Golpes, disparos y heridos, son algunas de estas imágenes. La represa de El Quimbo es una reserva natural
de los campesinos que habitan esta región al sur del departamento del Huila y
que comprende varios municipios situados a orillas del Río Magdalena. El
gobierno colombiano dio la orden de desalojo de esta población para construir
una planta hidroeléctrica con la empresa transnacional Emgesa. El 14 y 15 de
Febrero, los habitantes se unieron para impedir el desalojo por parte de la
Policía Nacional.
Asoquimbo, una asociación de campesinos de El Quimbo,
promovió la toma pacífica del río más importante de Colombia, pero la policía llegó
con gases lacrimógenos, y granadas de aturdimiento a imponer la injusticia que
el gobierno ordenó. Lo único que podían hacer los indefensos campesinos era lanzarse a las aguas del río y
hacer resistencia pacífica. Allí se impidió el acceso a Organismos de Paz, de
Derechos Humanos y reporteros. Pero debemos destacar el trabajo periodístico de
Sánchez, pues gracias a él y su camarógrafo se obtuvieron las imágenes que
están rodando por toda la Web.
La cuestión es, ¿cómo se formará la “Revolución Agraria” que el Presidente Juan Manuel Santos propone?, ¿a la fuerza? Y, ¿Qué decir de la
restitución de tierras?, si están desplazando a campesinos de sus reservas y sus
campos. Como bien sabemos, para lograr la reforma agraria en Colombia hay que solucionar
un montón de problemas previamente; entre estos, la erradicación de grupos
armados y narcotráfico, la equidad de tierras, la restitución de miles de
desplazados a sus viviendas, entre otros. No podemos pensar que Santos está
haciendo las cosas bien si cree que debe mostrar resultados despojando a las
personas de sus lugares. Primero se debería pensar en dónde van a vivir todas
estas familias.
Por otro lado, la represa de El Quimbo es una fuente natural
de recursos, allí los campesinos viven de la minería la pesca y la agricultura.
Si construyen la planta hidroeléctrica, implica que desvíen el cauce del río,
lo que afectaría la economía y la forma de vida de esta población; causaría
también desplazamiento de un buen número de familias. Y no solo esto. Causaría
inundación de cultivos de los municipios de Gigante, Garzón y Agrado e inundación
de pastos de pastoreo, cría y engorde de ganado, inundación de carreteras, perdida
de empleos, pérdida de tierras fértiles, pérdida de bosques y hábitat de
algunas especies de animales, entre otra serie de problemas. Hay que pensar
bien las consecuencias de cada cosa que se haga en nuestro país. A la fuerza no
se puede llegar a una Revolución agraria o ¿Qué opina usted?
Me agrada la manera tan precisa, amena y objetiva como ejerces la comunicación e involucras como protagonista al lector. Felicitaciones!! Cuando puedas, deja caer una crítica o comentario en cualquier artículo de mi blog que te interese, para irlo mejorando. Un cordial saludo desde Caracas. Gustavo Löbig http://lobigus.blogspot.com/
ResponderEliminarGustavo. Gracias por tu comentario. Ya había lo había visto y créeme que me alegra mucho. Con seguridad estaré pasando revista en tu blog.
ResponderEliminar